Las operaciones que se cierran con grandes sumas de efectivo siempre
han estado bajo el manto de la sospecha en Colombia. Bien sea por el
origen del dinero, o porque muchas veces se pretende ocultar la
transacción al fisco.
Quizás por eso iniciativas como la presentada por el presidente de
Multibanca Colpatria, Santiago Perdomo, que buscan reducir el uso de
dinero en efectivo en la economía colombiana, comienzan a tener eco en algunos
sectores que lo ven como un propósito bien encaminado. Pero en la otra
cara de la moneda están quienes la consideran una idea descabellada, en
la medida en que no está pensada en función del 40 por ciento de la
economía colombiana, que vive en la informalidad o en las poblaciones
apartadas, donde no hay bancos y donde el único medio de pago posible es
el efectivo.
Atacar la ilegalidad, aumentar la inclusión financiera y permitir
mayor acceso al crédito son los argumentos con los que el presidente de
Multibanca Colpatria, Santiago Perdomo, inició su cruzada contra el uso
del efectivo en Colombia y a la cual, espera, se unan otros sectores de
la economía y el Gobierno.
Las armas de batalla son en esencia dos: reemplazar en un plazo
máximo de seis meses los billetes de 20.000 y 50.000 pesos, bien sea
cambiándolos por otros o eliminándole tres ceros al peso.
La otra, quitar de tajo el cobro del cuatro por mil para todas las
operaciones financieras, excepto para retiros de grandes sumas, sobre
los cuales debería, inclusive, aumentarse la tasa de ese impuesto. Continuar leyendo
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